Sobre vacunas frente a la covid-19 y cardiopatías congénitas
Para aclarar dudas sobre la vacunación contra la covid-19 en personas con cardiopatías congénitas y sus convivientes, desde Menudos Corazones hemos consultado a la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC). María Portolés, cardióloga pediátrica del Hospital de La Plana (Castellón), coordina la elaboración de las recomendaciones sobre confinamiento, desescalada y nueva normalidad de la SECPCC y responde las principales inquietudes sobre la vacunación y su estrategia.
¿De qué tipos de vacunas frente al SARS-COV-2 disponemos actualmente?
Actualmente disponemos de tres vacunas frente a la covid-19 autorizadas por la Comisión Europea. Son las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca.
Estas vacunas, tecnológicamente novedosas y diferentes entre sí, tienen todas ellas el mismo objetivo final, mostrar a nuestro sistema inmune una de las proteínas del coronavirus SARS-COV-2 (la proteína S) para que nuestro organismo la identifique como extraña y genere anticuerpos/respuesta inmune frente a ella. De esta manera, tras la vacunación y generación de respuesta inmune, si el coronavirus SARS-COV-2 entrase en contacto con nuestro organismo tendríamos los mecanismos de defensa preparados para poder combatirlo sin que nos suponga un problema importante.
¿En qué se diferencian estos tres tipos de vacunas?
Principalmente se diferencian en que las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna utilizan ARN mensajero para iniciar la producción de la proteína S en el organismo, y la vacuna de AstraZeneca utiliza un vector vírico, es decir, un virus inofensivo para el ser humano (adenovirus de chimpancé) en el que se encuentra la información para que nuestro organismo empiece a producir dicha proteína. Las tres vacunas tienen valores de eficacia diferentes pero aceptables y su principal limitación en cuestión de administración es que la de AstraZeneca solo puede administrarse a menores de 55 años.
¿Cómo funciona la campaña de vacunación en España?
Desde hace unas semanas, en nuestro país se ha iniciado la primera etapa de la campaña de vacunación a los grupos que se han considerado de mayor prioridad, según principios éticos y criterios de riesgo. Estos grupos prioritarios en la etapa 1 han sido los residentes y personal que trabaja en los centros de mayores (grupo 1), personal sanitario y sociosanitario (grupos 2 y 3), y personas grandes dependientes no institucionalizadas (grupo 4).
¿Cuál será el siguiente grupo vacunado?
En la etapa 2, según se detalla en la actualización del 9 de febrero del Ministerio de Sanidad sobre la estrategia de vacunación, el siguiente grupo prioritario serán los mayores de 80 años (grupo 5). Este grupo se ha elegido debido al riesgo de hospitalización y defunción, ya que este riesgo es más elevado a medida que aumenta la edad. Y también se incluye en esta etapa 2 un nuevo grupo (grupo 6), formado por trabajadores con una función esencial para la sociedad menores de 55 años, que se vacunarán con la vacuna de AstraZeneca de la que actualmente hay disponibilidad.
*¡Novedad! Consulta la actualización del Ministerio de Sanidad sobre la estrategia de vacunación, con fecha 30 de marzo de 2021, que incluye a las personas trasplantadas o en espera de trasplante como colectivos prioritarios (también te lo contamos aquí).
¿Y la población pediátrica? ¿Qué sucede con los niños y las niñas con cardiopatías congénitas?
Es importante recalcar que actualmente estas vacunas no están autorizadas en niños, únicamente pueden ser administradas en mayores de 16 años.
No está autorizada la administración en pacientes pediátricos porque no se dispone de datos respecto a la seguridad y efectividad de estas nuevas vacunas en este grupo de población. Sabemos que la población pediátrica tiene unas características propias en cuanto a composición corporal, sistema inmune, posibles reacciones adversas, historia de enfermedades e inmunizaciones previas… que deben ser estudiadas para garantizar que la vacuna es efectiva sin ocasionar importantes efectos adversos. Por tanto, es necesario que se completen los ensayos clínicos en población pediátrica, que ya se están desarrollando, para garantizar así la seguridad y la efectividad antes de administrar la vacuna a niños.
Sin embargo, podemos estar tranquilos porque, a pesar de llevar más de un año conviviendo con el virus, no disponemos todavía de evidencia sólida de que los pacientes pediátricos con cardiopatías congénitas o pacientes pediátricos trasplantados tengan mayor riesgo de enfermedad. Los centros encargados del control y la vigilancia de estas enfermedades están monitorizando los riesgos por patología y hasta este momento parece que el riesgo está fuertemente asociado a la edad adulta.
¿Vacunar a personas adultas podría disminuir la incidencia en población pediátrica?
Sabemos que los contagios mayoritariamente se producen desde los adultos a los niños por lo que vacunando a la población adulta podríamos disminuir la incidencia de la enfermedad en los más pequeños. Es importante destacar que los adultos no debemos dejar de vacunarnos, ya que esta podría ser una manera de proteger de forma indirecta a los niños y al resto de personas de nuestro entorno. Aunque es cierto que aún no sabemos si la vacunación va a evitar la replicación del virus en el organismo, y por tanto evitar la capacidad de contagio, se cree que con un porcentaje de vacunación en la población del 60% es muy probable que el virus deje de circular. Así pues, es importante que los convivientes de los niños con cardiopatías y en general todos los adultos, se vacunen tan pronto como sea autorizada la vacunación por el Ministerio de Sanidad.
¿Cuándo podrán vacunarse las personas adultas con cardiopatías congénitas y trasplantados?
Actualmente, no tenemos datos certeros sobre cuándo se va a llevar a cabo la vacunación en estos grupos. Según refiere el Ministerio de Sanidad, la estrategia de vacunación está en continua revisión a partir de la nueva información sobre las vacunas en evaluación en la Agencia Europea de Medicamentos, la disponibilidad de dosis de las vacunas autorizadas y la experiencia de su utilización en los ensayos clínicos y en la población. Probablemente los adultos con cardiopatías congénitas y trasplantados se incluirán en la etapa 3 de vacunación con el resto de grupos prioritarios.
*¡Novedad! Consulta la actualización del Ministerio de Sanidad sobre la estrategia de vacunación, con fecha 30 de marzo de 2021, que incluye a las personas trasplantadas o en espera de trasplante como colectivos prioritarios (también te lo contamos aquí).
¿Cuál sería la vacuna adecuada para pacientes trasplantados e inmunodeprimidos?
Según las recomendaciones de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), los pacientes trasplantados e inmunodeprimidos serían un grupo prioritario de vacunación. Según se indica en el documento, estos pacientes no deberían ser vacunados con vacunas de tipo virus vivos o vectores replicantes. De las vacunas aprobadas hasta ahora por la Unión Europea las más adecuadas para estos pacientes serían las vacunas basadas en ARN mensajero. Es cierto que no existen estudios de eficacia en pacientes con inmunosupresión importante, y que esta efectividad podría verse comprometida en grado variable en función del tipo y la gravedad de la inmunodeficiencia, pero no debe suspenderse el tratamiento inmunosupresor para recibir la vacunación ya que podría implicar un riesgo mayor.
¿Se priorizará a los convivientes de pacientes trasplantados e inmunodeprimidos?
La recomendación de priorizar la vacunación del entorno y convivientes de este tipo de pacientes es otro aspecto importante del documento de la FACME. «… Debe recordarse que no se ha demostrado hasta ahora que las vacunas frente a COVID-19 sean ‘esterilizantes’. No se puede descartar que las personas vacunadas puedan infectarse y transmitir el virus, por lo que deben seguir manteniéndose las medidas de precaución establecidas antes de la vacunación”, refiere. Las recomendaciones concluyen recordando que “el beneficio principal de las estrategias de vacunación poblacional para pacientes con inmunodeficiencias recae en la llamada inmunidad de grupo. De esta forma, cuanto mayor sea la inmunización de la población general, menor será la probabilidad de contagio y mayor la protección de estos pacientes”.
¿Alguna recomendación adicional para protegernos en esta tercera ola?
Se recomienda mantener las mismas precauciones que llevamos indicando desde el inicio de la pandemia: respetar la distancia física de 1,5-2 metros, lavado de manos frecuente y uso adecuado de mascarilla. Por otra parte, parece prudente recomendar para espacios cerrados el uso de mascarilla de tipo FFP2. Por último, recomendar la vacunación a todas las personas en cuanto se tenga la oportunidad y así lo autorice el Ministerio de Sanidad.