‘Acompañamos la pérdida’: así fue la I Jornada de Duelo de Menudos Corazones
El 8 de junio tuvo lugar la I Jornada de Duelo de Menudos Corazones, un espacio de encuentro y aprendizaje para personas que han perdido a un ser querido por una cardiopatía congénita, así como para profesionales sociosanitarios y entidades de pacientes en contacto con quienes atraviesan esta experiencia.
La cita acogió a más de 40 participantes que, a lo largo de la mañana, ahondaron en el tema bajo una mirada interdisciplinar, con cercanía y confianza.
Autenticidad, transparencia, naturalidad, innovación… fueron algunos de los conceptos más repetidos por los asistentes en los cuestionarios posteriores al evento. «Todos nos sentimos muy cuidados y creo que eso fue fundamental para que se generase un ambiente tan acogedor. Nadie se emociona en un espacio que no percibe como seguro«, destacaba un participante.
Y es que ‘Acompañamos la pérdida’, la frase que daba título a esta Jornada, era toda una expresión del sentido de la misma y una declaración de intenciones por parte de la Fundación que, desde sus orígenes, está al lado de las familias que despiden a uno de sus miembros a causa de la patología, les tiende la mano y camina junto a ellas.
En esta línea, Mónica Piñuela, vicepresidenta de nuestro patronato, reflexionaba: «Hablar de la muerte y de su posibilidad sigue siendo un tema tabú. Impulsados por la evitación al sufrimiento nuestra tendencia es evitar evocar la única de las certezas de la vida. Y cuando nos toca vivirla en primera persona o le sucede a alguien cercano, nos hace darnos cuenta de que, en parte, carecemos de herramientas para manejarla«.
«Para dotarnos de esas herramientas y dar continuidad al apoyo brindado (…) realizamos una bellísima jornada», concluía. «Me quedo con la sensación haber iluminado mi vivencia hacia la muerte. De recordar que no estamos solos y que el amor, en forma de presencia, es la mejor ofrenda hacia quien esté en un proceso de duelo (incluidos nosotros mismos)».
Un programa esencialmente humano
Si algo quedó patente a medida que transcurría la Jornada es la importancia de lo humano en los procesos de duelo; precisamente, lo común y que une a todas la partes implicadas en ellos. «Este era un encuentro necesario entre familiares, profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes, que permitió fluir las emociones y comunicarse desde el corazón», destacaba María Pando, responsable del área psicológica de la Fundación. «Quiero agradecer a los ponentes su generosidad por enseñarnos tanto en una mañana, hablando siempre desde su experiencia personal y profesional».
La inauguración de esta especial cita corrió a cargo de Juanma Orbegozo, presidente del patronato de Menudos Corazones. «Este encuentro responde al nuestro firme compromiso con el recuerdo de aquellos niños y niñas, jóvenes y personas adultas que han fallecido por una cardiopatía congénita», recalcó.
La primera ponencia abordó el acompañamiento en la pérdida de la mano de Sylvia Belda, médico adjunto de la UCI pediátrica del Hospital 12 de Octubre, y Sarah Nicole Fernández, médico adjunto de la UCI pediátrica del Hospital Gregorio Marañón. Junto a ellas, Rocío y Paco, los padres de Olimpia, compartieron su testimonio. La mesa estuvo moderada por Nieves Frechilla, musicoterapeuta de la Fundación PORQUEVIVEN.
La segunda, sobre manejo y afrontamiento, fue conducida por nuestra psicóloga Ana Belén Hernández y contó con Sara Losantos, responsable del equipo de psicología de la Fundación Mario Losantos, y Raúl Sánchez, cirujano cardiaco infantil del Hospital La Paz de Madrid. Raquel Yuste, ‘madre de experiencia’ de los grupos de duelo de Menudos Corazones, habló del legado de su hijo Jaime.
El toque final lo puso el Taller In Memoriam organizado por Colibrí Despedidas Simbólicas, ayudando a cerrar el encuentro de la mejor manera posible. «Me siento muy afortunada de haber estado presente», explicaba una de las asistentes. «Conocer la calidad de los profesionales sanitarios, la valentía de las familias que conviven con la pérdida y el buen hacer del equipo humano de la Fundación Menudos Corazones ha sido una maravilla».
Agradecemos a María José Couto su apoyo solidario capturando con su cámara los momentos únicos de este día. Y a la Fundación Caja Rural de Jaén por impulsar nuestro proyecto de acompañamiento en el duelo.
A todas y a todos los que participasteis en nuestra I Jornada de Duelo, ¡gracias de corazón!